Algunos errores a evitar

Lograda la implementación de la solución es necesario asegurar que sus beneficios se mantendrán en el tiempo, ese es uno de los objetivos de ejecutar un plan de acción cuidando los detalles que hemos visto en el artículo anterior.

Sin embargo en todo este proceso debemos tener cuidado de no cometer algunos errores comunes que después nos juegan una mala pasada cuando vemos que no desaparece la causa raíz del problema que estamos atacando.

Un consejo importante que les doy:

“bajar del olimpo y encontrarse con la realidad”

Eso significa aterrizar al llano, ir a conversar con las personas que conocen del proceso operativo, aquellos que tienen experiencia en el tema por que son usuarios de un sistema o por que dan la cara a los clientes, contrastar las cifras, soportarse en herramientas estadísticas, no dejarse llevar por suposiciones o por reclamos de algún responsable que no se encuentre soportado en hechos y datos. Otros puntos a tener en cuenta:

Asumir como problema algo sobre lo cual no se puede hacer nada

Ya hemos visto el ejemplo de la lluvia, asumimos como problema que esta lloviendo cuando no podemos hacer nada contra ello, sino que tenemos a alguien que se está mojando y sobre ello si podemos tomar acción cubriéndolo. En algunos casos una autoridad establece alguna regulación la cual consideramos que afecta nuestro negocio y la vemos como un problema cuando es muy difícil que tengamos capacidad para cambiar dicha norma, por lo tanto tendremos que ver otros mecanismos para revertir los efectos que se producen con el ingreso de la nueva regulación.

Confundir una alternativa con un deseo u objetivo

Durante nuestro relevamiento de información podemos tomar nota de algunos deseos, reclamos u objetivos que se plantean para nuestro proyecto y nos equivocamos si pretendemos copiar textualmente dicha petición como si fuera la redacción de la alternativa de solución. Por ejemplo pretender indicar como alternativa el incremento de las ventas en un porcentaje determinado pues eso puede terminar en un buen deseo sino precisamos los medios o acciones con las cuales vamos a conseguir este objetivo.

Proponer alternativas que no resultan viables

Es tal nuestra preocupación por llegar a propuestas de solución que podemos llegar a plantear algunas alternativas las cuales no han sido analizadas rigurosamente y por lo tanto podría no resultar viables, como por ejemplo una elevada inversión muy lejos del presupuesto anual que tiene una empresa para sus inversiones, por lo tanto no podemos depender el éxito de nuestro plan en actividades que no vamos a poder ejecutar.

Pensar que es razonable todo lo que está explícito

Es importante la aplicación de una secuencia lógica rigurosa en las diferentes afirmaciones que podemos realizar viendo si se encuentran correctamente encadenadas, si están basadas en hechos de los cuales tenemos evidencias, en estadísticas que resultan representativas. Nuestros clientes internos van a pugnar en algunos casos por hacer prevalecer sus necesidades, sus dolencias sin que necesariamente haya un ejercicio lógico de que todo resulta razonable, tenga mucho cuidado.

Falta de coherencia entre el problema y las alternativa

Ante la definición de un problema tenemos que asegurar que la alternativa planteada ataca la causa raíz del problema y que por lo tanto va a generar que desaparezcan las insatisfacciones. No podemos atacar por ejemplo un problema comercial con alternativas que van por el lado operativo.

Falta de claridad y definición en las alternativas

Las alternativas como hemos revisado tienen que ser concretas y accionables, para lo cual deben encontrarse claramente definidas para que se constituyan en el motor que impulsa al cambio. Va a ser difícil alinear y encaminar a toda una organización o área hacia una gestión de cambio si es que no existe un objetivo contundente sobre el modelo de llegada que estamos buscando.

Omitir el plan de acción …

Resulta algunas veces frecuente ver propuestas de solución que definen un problema, que establecen un diagnóstico, pero que no van acompañadas de una propuesta de plan de acción, por lo tanto no establecen la secuencia de actividades o próximos pasos a seguir, lo cual generan que los esfuerzos iniciales puedan disiparse en el tiempo a no haber un compromiso en actividades con responsables. Luego de un tiempo los responsables revisan el tema y se dan cuenta que la situación es la misma con respecto a la última vez que llegaron a revisar el tema.
Fuente de Información: Gobierno de Personas en la Empresa


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