“Oigo y olvido, veo y recuerdo, hago y entiendo”
El mensaje que hay detrás de este refrán es la importancia de poner en práctica lo aprendido para que los conceptos queden sólidos y por lo tanto se haga más productivo el tiempo invertido en cualquier curso, taller o exposición.
Lamentablemente muchos expositores basan la transmisión de conocimientos en aspectos eminentemente teóricos sin la disposición de dinámicas o ejercicios que sirvan de soporte metodológico para el asegurar los objetivos de un programa.
Los expertos dicen que nuestro grado de retención va de la mano con el nivel de participación activa que tenemos durante el desarrollo de un curso o exposición. Como referencia tenemos que podemos retener:
- 10% de lo que leemos
- 20% de lo que oímos
- 30% de lo que vemos
- 50% de lo que oímos y vemos
- 70% de lo que decimos
- 90% de lo que decimos y hacemos
Eso quiere decir amigo lector que sí solo lee este blog sin la mayor aplicación práctica no le aseguro una retención mayor al 10% de su contenido, al menos eso dicen los expertos o las estadísticas relacionadas al tema, por lo tanto le sugiero ir incrementado este grado de retención a través de una lectura y participación activa, es decir repasando el contenido, encontrándole su significado y aplicación para su trabajo o actividad diaria, pero lo principal es la «acción«, es decir la aplicación práctica de las diferentes herramientas y como ya veremos no solo por aplicarlas o por tener una herramienta más, sino por encontrarle un sentido, una oportunidad y con un conocimiento de cómo aplicarlas.
Es mi objetivo que le saque el máximo provecho a todos estos contenidos por lo que les animo a su aplicación de manera rigurosa, pero divertida, viendo las distintas oportunidades que como vera son muchas dependiendo de la industria o de la posición en la que se encuentre.
En la próxima entrega empezaremos a conversar sobre el objetivo de este curso-taller.
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